"El sistema debe convertir energía partiendo de una forma ordenada en energía desordenada. De esta manera el sistema puede satisfacer el requisito de que la cantidad de desorden aumente, mientras que, al mismo tiempo, aumenta el orden en sí mismo y en su descendencia.” Hawking, S.
La energía del universo es constante aunque está sujeta a la disipación y a una degradación cada vez mayores porque tiende a distribuirse en el espacio en busca del equilibrio y de la mayor estabilidad, dispersión y probabilidad posibles. Esto da lugar al desorden, a la mayor redistribución, al caos y a la máxima entropía. La enorme paradoja que se crea es justo el punto de partida de esta exposición: para que exista el orden es necesario el desorden, así como el concepto de que la entropía es realmente una especie de progreso para la destrucción y esto es justamente lo que ocurre en el transcurso de la vida.
ENTROPIA es el nombre que lleva esta colección, pues del caos y el desorden, nace la vida y la belleza, planteada a través de lo desprolijo de las texturas desgastadas, los estampados aleatorios y las manchas en revolución en contraste a las sublimes caidas y ténues colores de la organza y el shifón.
Fotografía: Alexander Davalillo.
Estilismo: Anna Fuenmayor y Humberto Perozo.
Centro Bellas Artes de Maracaibo, 2013.
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